JoffeLa Oposición

Joffe, la oposición y el método

Diego Farpón

Tras mucha huida, tras la Revolución de 1905, y tras seguir huyendo, Adolph Joffe acabó siendo detenido y exiliado a Siberia en 1906. Logró escapar, y siguió huyendo, y entre huidas, volvía ilegalmente a Rusia para organizar el trabajo del POSDR y, desde 1908, ayudar a Trotsky a editar Pravda.
Joffe acabaría siendo detenido nuevamente en 1912, en Odessa, y exiliado a Tobolsk. Miembro de aquella generación de hierro, Joffe siguió militando y, en 1913, fue nuevamente detenido. Y otra vez fue enviado a Sibera. Esta vez la pena fue el exilio eterno.
Así, Joffe quedó exiliado en Siberia hasta 1917, cuando fue liberado tras la Revolución de febrero. Entonces pudo volver a militar: en agosto sería elegido miembro del Comité Central del Partido Bolchevique, jugando un papel destacado en Petrogrado, donde, entre otras responsabilidades, fue presidente del Comité Militar Revolucionario durante los días de la Revolución de Octubre.
Joffe fue perseguido nuevamente durante los años veinte. Ya saben: era práctica habitual en la URSS contrarrevolucionaria perseguir a las/os bolcheviques. Stalin prohibió sus memorias así como su salida del país, incluso aunque esta fuese necesaria por motivos médicos.
Joffe se suicidaría cuatro días después de la expulsión del partido de Trotsky, en noviembre de 1927. Dejó una carta escrita para Trotsky. Tendremos tiempo de volver a ella.
Durante el multitudinario funeral de Joffe, Trotsky tuvo la oportunidad de intervenir: fue la última vez que lo haría antes de ser expulsado de la Unión Soviética.
La presente carta fue escrita a Trotsky en agosto de 1927. En ella cuestiona, además del método, algunas afirmaciones de la oposición que se hacen en una declaración de cara al XV Congreso que fue publicada en Pravda dos veces: el 10 de agosto con omisiones; el 11 de agosto corregida. Aquella declaración, como señala Joffe, fue firmada por trece miembros. Las firmas eran de Avdeev, Bakaev, Evdokimov, Zinóviev, Kámenev, Lizdin, Muralov, Peterson, Piatakov, Rakovsky, Smilga, Soloviov y Trotsky.
Aquel mismo mes apareció la Plataforma de la Oposición Unificada, aquel texto que las/os bolcheviques tuvieron que distribuir de forma clandestina, y al que ya nos hemos referido anteriormente con motivo de la carta de Preobrazhensky al XV Congreso.
Publicamos la carta de Joffe a partir de la versión de Искра-Research (1), que señala los siguiente:
“Publicado a partir de una copia en el Archivo de Trotsky de la Harvard University, carpeta MS Russ 13, T-997 (Houghton Library, Harvard University) – /И-R/”.


С. Secreta.

Moscú, 12 de agosto de 1927

¡Querido Lev Davidovich!
¿No está empezando a penetrar también en la oposición el régimen que la mayoría del Comité Central ha establecido para todo el partido, y contra el que nosotros (la oposición) estamos luchando tan duramente? Los altos cargos deciden, mientras que todos los demás se limitan a aceptar sus decisiones. ¿Es lícito que los 13 miembros de la oposición, el Comité Central y la Comisión Central de Control hagan una declaración en nombre de toda la oposición sin debatir previamente en el seno de la oposición tanto el hecho de hacer la declaración como su contenido?
Por mi parte, considero un error hacer esta declaración. Incluso si se considera que la mayoría del partido está a favor de la unidad del partido, en contra de las escisiones, en contra de las facciones, difícilmente se puede concluir de ello que tal declaración sea necesaria. Después de todo, es indudable que la mayoría del partido también tiene inclinaciones oportunistas, pero nadie concluirá de ello, sin embargo, que nosotros también debemos hacer concesiones oportunistas. Es cierto que el hecho de que Trotsky y Zinóviev no fueran expulsados del Comité Central crea inevitablemente en las amplias masas la conciencia de la la debilidad y confusión de la mayoría y, por tanto, en nombre de este hecho había que hacer algunas concesiones, pero, por otra parte, incluso sin una interpretación adecuada del Pleno, el hecho de la declaración también debe dar inevitablemente la impresión de que se hizo por miedo a la exclusión de estos camaradas del Comité Central.
Pero incluso si se acepta que era necesario presentar una declaración en esta situación concreta, ¿no se podría haber conseguido de antemano el compromiso de la mayoría de publicarla íntegramente, y de hecho no se podrían haber evitado esas desafortunadas expresiones que contiene el texto de la declaración?
1) «Estamos, por supuesto, incondicionalmente, sin reservas, a favor de la defensa de la URSS bajo este Comité Central, bajo esta dirección del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista». Si bien esto es esencialmente cierto, ¿no debería escribirse de tal manera que no diera la impresión de que aceptamos esta dirección como correcta y buena, no debería dejarse claro y preciso por qué estamos por la defensa de la patria socialista incluso bajo la mala dirección actual del CC y del CEIC?
2) Sobre el Termidorianismo. Una vez más, hay demasiada diplomacia aquí. Se dice de tal manera que da la impresión de que “rechazamos la idea” no solo de que “nuestro partido bolchevique se ha convertido en un partido termidoriano”, sino también la idea de que su dirección oficial se convirtió en termidoriana.
3) «Acataremos todas las decisiones del PCU(B) y de su CC» – ¿Había que decir esto? Creo que la declaración del año pasado de los camaradas Trotsky y Zinoviev hizo mucho daño a la oposición. ¿Era necesario repetirlo ahora a la mayoría de los miembros de la Oposición, sabiendo de antemano que lucharemos contra muchas decisiones del CC y que éste lo utilizará contra nosotros, reprochándonos de nuevo que no cumplimos nuestra palabra y nuestras promesas?
4) «Estamos dispuestos a hacer todo lo posible para eliminar todos los elementos de las facciones…», etc., aunque la responsabilidad ulterior de estos «elementos de las facciones» se asigna a las «perversiones del régimen interno del partido», pero todo esto es tan sutil que nadie lo entenderá como si nos comprometiéramos a «eliminar todos los elementos de las facciones» sólo cuando dejen de existir dichas «perversiones del régimen interno del partido». Si no nos ocupamos ahora de esta liquidación, en estas condiciones se nos puede reprochar con razón que hemos engañado al partido.
Tal vez si estas declaraciones se hubieran discutido de antemano, se habrían evitado estos errores. Incluso si el opositor que considera esto un error permaneciera en la minoría, seguiría teniendo la conciencia de que ha expresado su opinión pero debe someterse a la mayoría, mientras que ahora sólo le queda la conciencia de que está ante un hecho consumado y debe asumir la responsabilidad de aquello con lo que no está de acuerdo.
Te pido que consideres estas preguntas.
Un apretón de manos, tuyo

А. Joffe


Notas:
(1) Original en: https://iskra-research.org/Marxists/Joffe/19270812.html