Cartas de AstracánLa Oposición

Rakovsky sobre cómo se impuso la contrarrevolución

Diego Farpón

Proseguimos con las cartas que envió Rakovsky a Trotsky desde Astracán. En esta ocasión Rako escribe a Trotsky sobre los hechos que están destruyendo la Revolución de Octubre.
Fue publicada en el nº18 de los CLT.


Astracán, 2 de junio

Querido amigo:
Tenía mucha prisa al escribirte mi última carta y omití un punto muy importante [ilegible], además, no he tenido tiempo de responder a tu carta. Incluso hoy en día, estoy obligado a apresurarme debido a la partida de A, a quien me gustaría confiar el transporte de parte de mi trabajo a la Unión Soviética. Así que me limitaré a lo esencial. En primer lugar, aunque la idea es bastante clara en el contexto, me parece que es particularmente necesario enfatizar y desarrollar la idea de que, sin la participación activa del proletariado, es decir, sin una línea correcta en el problema de los trabajadores, la aplicación práctica de la línea leninista en el campo es imposible.
Vuelvo a tu carta. Te comprendo y comparto plenamente tu punto de vista de que ninguna política interna servirá de nada, «sin una orientación justa e intransigente de la revolución proletaria internacional», «sin una orientación internacional apropiada y ampliamente concebida».
Lenin ya había definido nuestra revolución como el resultado de una experiencia teórica y revolucionaria del movimiento proletario internacional que se añadía a la experiencia rusa de 1905 y la había considerado sólo como el primer acto de la revolución proletaria internacional. Ya que, sin esto último, el capitalismo habría terminado por asfixiarnos y el papel histórico de la dictadura del proletariado en Rusia se habría reducido a lo que Ustryalov y compañía esperaban de ella, es decir, como jockeys «entrenaríamos» al caballo que sería montado por el capitalismo ruso «americanizado» (creo que sería bastante lógico explicar la derrota de la Oposición, así como todas nuestras dificultades dentro del partido y del país, por una enorme oleada de fuerzas mundiales, especialmente entre 1925 y 1928).
Repito: lo considero un hecho histórico indiscutible, pero no explica todavía los errores, la política equivocada, la sobrevaloración de algunos hechos, la subestimación de otros.
Puesto que se trata del modo de dirección de los partidos de la Internacional Comunista, debo investigar aquí las causas objetivas que están en el origen de la línea de actuación errónea de la política de la IC y de su política interior.
Causas objetivas: un relativo equilibrio entre la Unión Soviética y los países capitalistas desde finales de 1923 hasta la ruptura con Inglaterra (ya, después de la llegada al poder de las fuerzas conservadoras aliadas, la situación se volvió en nuestra contra; la revolución china retrasó la ruptura que se produjo después de la derrota).
Causas objetivas internas: en nuestro país -un período de recuperación económica exitosa, con un relativo equilibrio entre las fuerzas socialistas y la economía privada capitalista. La revuelta de los kulaks, sin derramamiento de sangre, a finales de 1927 demostró y confirmó lo que decía la oposición, es decir, que dentro del propio país el equilibrio ya se había roto en nuestro detrimento. La sobreestimación del equilibrio y la subestimación de las fuerzas del adversario nos conciernen directamente, porque se deben a un cambio dentro del propio partido. Este cambio fue posible gracias a su burocratización, a su ruptura con las masas trabajadoras y a la aplicación de métodos erróneos en la dirección del partido, de los sindicatos y del propio país.
Evg Alek me respondió con una larga carta, en la que afirma que tengo razón, que «la situación en nuestro aparato de Estado y en nuestro aparato de partido requiere una reflexión sobre todas estas cuestiones, basada en la enseñanza marxista-leninista sobre el Estado». Está trabajando en un folleto titulado los éxitos y los fracasos en la construcción del socialismo en la URSS durante los años de la dictadura, y habrá un capítulo sobre «La burocracia socialista». Pero cree que mi opinión es «subjetiva». Esta es la cuestión: el conflicto con los kulak es un hecho objetivo, que seguirá desarrollándose e influyendo en el propio partido. Pero el desarrollo de este conflicto en una u otra dirección depende de la relación con el, ya que se trata o bien de una capitulación completa ante el, o, lo que es aún peor, de una vuelta a la antigua situación, o finalmente de la lucha contra el hasta la victoria final -eso dependerá del partido. Es imposible evitar el «subjetivismo».
Me parece que ya te escribí en el pasado, con motivo de un artículo en Pravda, en el que el autor afirma que si el partido no consigue hacer balance y sacar conclusiones adecuadas también en otros ámbitos el «nuevo» rumbo no será más que un destello.
Dos palabras más sobre nuestra posible declaración: tendrá que decir la verdad y al mismo tiempo expresar nuestro sincero y ardiente deseo de volver al partido para darle todo nuestro apoyo en la conducción de su política actual.
No existe ningún indicio de que la dirección del partido tenga el mismo deseo, y más bien existen indicios de lo contrario. Esto no debe impedirnos cumplir con nuestro deber para con el partido.
Tenía algunas dudas sobre el destinatario; las formas constitucionales son partidarias de enviarlo directamente al Congreso, que es el órgano supremo del partido. Así que esta circunstancia nos obliga a hacerlo.
Dado que nuestra declaración tiene que cumplir los dos requisitos mencionados, no debe tener el carácter de una recriminación.
A finales de la próxima semana, te daré mi opinión sobre el proyecto de programa de la Comintem.
La semana pasada, uno de nuestros «colonos» de la región (no hay otros en la región de Astracán), el camarada Mintz, llegó a Astracán. En esta ocasión nos hicimos una foto. Te la envío. Por cierto, Tania te escribió. ¿Has recibido sus cartas? He recibido una postal de Serebriakov. Cayó enfermo en Gagra y vuelve a intentar conseguir un permiso de dos meses para continuar su tratamiento. Iv Nik escribe que ha sido trasladado, nadie sabe a dónde. También te envío los periódicos. Abrazo a todos muy fuerte.